Zen


La Meditación Zen
Un nuevo camino para un gran cambio
La Meditación Zen es el origen de toda práctica meditativa. Sus raíces se hunden en la misma experiencia de Buda hace más de dos mil quinientos años. Su enseñanza se ha ido transmitiendo de maestro a discípulo de generación en generación hasta nuestros días.

A parte de la manera de cómo se practica, se diferencia de otros métodos por el objetivo que se pretende alcanzar. Si bien como otros, ayuda al crecimiento de la persona, aporta calma, concentración en el momento presente… no tiene por finalidad ni relajar a la persona como el Yoga, ni extraerle su potencial para que uno desarrolle su talento como pretende el coaching, ni tiene por objeto indagar en el porqué de sus miedos y frustraciones como haría la psicología.


La Meditación Zen es un entrenamiento de la mente que permite ir a la raíz de todo, a las creaciones de nuestra mente

Permite que la transformación se asiente en lo más íntimo de la persona




  
DISPERSIÓN   Y APATÍA  En la sociedad moderna, un importante factor de pérdida   de energía es la dispersión, la agitación mental, la ansiedad, el desorden de   los pensamientos. Empleamos demasiado el cerebro frontal y olvidamos desarrollar la actividad inconsciente del hipotálamo para reforzar el cerebro profundo, la intuición, el instinto.  La falta de energía vital vuelve las personas apáticas   y, incluso, enfermas.  Nuestra energía vital se renueva cíclicamente por la alimentación, por la interdependencia con los demás y por el entorno. Pero   por la práctica de la respiración justa que se realiza en la Meditación se   puede renovar sin cesar la energía vital y conservar la fuerza, día tras día.
  
LA CONCENTRACIÓN  La concentración se adquiere   por entrenamiento: aprendiendo a concentrarse sobre cada gesto. Volviendo a   la condición normal del cuerpo y del espíritu, la voluntad ya no actúa sino   que ello sucede naturalmente, inconscientemente, sin fatiga, ya que sólo con   la voluntad, el cerebro frontal se fatiga y con él todo el cuerpo.  El entrenamiento de la   concentración hace que, poco a poco, sepamos fijarnos en una sola cosa aunque   también seamos conscientes de todo lo demás que sucede a nuestro alrededor. Aprendemos   a concentrarnos plenamente en cada situación. Ahora y Aquí, bebo agua, pues   no hago más que eso: beber agua. Y así sucesivamente.  Pensar demasiado no aporta   gran cosa, justo lo contrario que pensar con el cuerpo, con el instinto. Se   puede sentir todo con la ayuda de la intuición.

SABIDURÍA EN ACCIÓN  La vida es   una sucesión de Ahora y Aquí. Hay que concentrarse sin cesar en el Ahora y   Aquí. Las personas que se angustian por el futuro o por el pasado no se   percatan de la ilusión en la cual viven. Hay que resolver la contradicción   producida por nuestro cerebro en sí misma. Contradicción que se encuentra en   nuestra vida: familiar, social, interior, trabajo...La única   manera de resolverlo es con la sabiduría. Hay que saber reaccionar con sabiduría. La sabiduría es la respuesta justa, el gesto justo, en el momento   justo. La Meditación reequilibra nuestras tendencias y, por tanto, permite perfeccionar nuestra sabiduría.



ENLACES
"La mansión de la iluminación silenciosa 
es el lugar de la alegría pura. Morar 
en paz es olvidar las dificultades, 
es abandonar lo vano para llegar a ser
genuíno". Hongzhí, s. XI


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